En el momento en que asumas la responsabilidad de sanarte y te decidas a invertir y trabajar en ti, y más si estás atravesando por un momento de incertidumbre o de enfermedad, ten claro que notarás resultados. Las crisis son sólo desafíos para progresar, y es en ellas donde nace la creatividad y las mejores estrategias. Quien atribuye a las circunstancias de su vida sus fracasos y problemas, acaba mostrando más respeto a los problemas que a las soluciones, y no está reconociendo ni su capacidad ni su propio talento para resolverlos. Indudablemente, si estás leyendo estas líneas es porque estás vivo, así que lánzate a vivir una vida con sentido y que merezca la pena ser vivida. No nos vamos a restar por acomodarnos a la vida que una institución, un sistema o una sociedad quieran imponernos. Tu vida te pertenece solo a ti. Cada vez que alguien entrega su poder ciegamente (tv, instituciones, ciencia, religión, etc…), su corazón se marchita y el de la humanidad se tambalea.

Algún día habrá tanta gente con los ojos abiertos, que no permitirán ser gobernadas por personas con el corazón cerrado. Nadie debe gobernar a otro. Cuando abres tu ojo espiritual comprendes que no necesitas que nadie te gobierne. Y el que tiene el corazón abierto no necesita gobernar a nadie más. Esto que parece tan de perogrullo es la base de todo si se hace consciente.

• Decir SÍ a la vida es una actitud que se aprende y que necesita de mucha voluntad cuando no se ha hecho nunca. No es decir si a lo que decían que hiciese mis padres, o decir no a lo que decían que hiciese mis padres por oposición. No más repeticiones de alimentar energéticamente a entidades externas: Ni el sistema, ni en contra del sistema. Esta humanidad necesita que comencemos a definirnos por nosotr@s mism@s definitivamente.

• Decir SÍ A LA VIDA es decir si a mí misma, a mi núcleo y naturaleza personal, abrazar TODO, desde la rabia al perdón, sin dejarnos nada afuera…